Trump acusa a Obama de intervenir su teléfono durante la campaña electoral, pero no ofrece pruebas

En una serie de tuits desde su cuenta personal, el presidente acusó a su predecesor en el cargo de intervenir sus comunicaciones en la Torre Trump. El portavoz de Obama dijo que es “simplemente falso”.
una maniobra que parece querer desplazar el foco de atención de los supuestos lazos de su campaña con el gobierno de Rusia, el presidente Donald Trump acusó este sábado a Barack Obama de haber intervenido sus comunicaciones en la Torre Trump y sus teléfonos justo antes de las elecciones del pasado 8 noviembre, pero hasta el momento sus señalamientos no han sido acompañados de pruebas ni evidencias de respaldo.

En una serie de tuits enviados muy temprano desde su mansión de Mar-a-Lago en Florida, Trump no sólo denunció haber sido objeto de ‘pinchazos’ telefónicos por el anterior gobierno, sino que aprovechó para salir nuevamente en defensa de su fiscal general Jeff Sessions, quien está en el centro de una polémica por haber mantenido varios contactos con el embajador ruso durante la campaña electoral y no haberlo notificado al Senado durante el proceso de confirmación en el cargo.

Horas despúes, el portavoz del expresidente negó las versiones de Trump asegurando que la Casa Blanca nunca intervino en investigaciones del Departamento de Justicia.

Trump acusó a su predecesor de actuar de manera “McCartista”, en referencia al senador Joseph McCarty, quien en los años 50 fue la cabeza de una cazería de brujas anticomunista que violó derechos de muchos estadounidenses.

Además lo comparó con el presidente Richard Nixon y el caso Watergate, el escándalo de espionaje en las oficinas del Partido Demócrata en Washington que le costaría la presidencia al republicano.

“¡Terrible! Acabo de descubrir que Obama tenía mis ‘cables pinchados’ en la Trump Tower justo antes de la victoria. Nada encontraron. ¡Esto es McCarthismo!”, escribió en su cuenta personal de Twitter, haciendo alusión a la persecución anticomunista emprendida por el senador Joseph McCarthy durante el período de la Guerra Fría.

Luego se preguntó: “¿Es legal que un presidente haga intervenciones telefónicas a la campaña de un candidato antes de una elección? Esto ha sido rechazado anteriormente por la corte”.

Trump tuiteó luego que apostaría a que “un buen abogado podría hacer un gran caso con que el presidente Obama estaba interviniendo mis teléfonos en octubre,¡justo antes de la elección!”, sugiriendo que puede llevar el asunto a instancias judiciales.

“¡Qué bajo ha caído el presidente Obama con la intervención de mis teléfonos durante el muy sagrado proceso electoral! Esto es Nixon / Watergate. ¡Chico malo (o enfermo)!”, agregó.

“Simplemente falso”

“Una regla cardinal del gobierno de Obama fue que ningún funcionario de la Casa Blanca nunca interfiriera con ninguna investigación independiente dirigida por el departamento de Justicia”, dijo el portavoz de Obama, Kevin Lewis, en un comunicado el sábado por la tarde.

“Como parte de esa práctica, ni el presidente Obama ni ningún funcionario de la Casa Blanca nunca ordenaron la vigilancia de ningún ciudadano de EEUU. Cualquier sugerencia en sentido contrario es simplemente falsa”.

Poco antes, el exasesor de seguridad nacional del presidente Obama, Ben Rhodes, recurrió también a Twitter en una serie de mensajes para rechazar las afirmaciones de Trump.

“Ningún presidente puede ordenar escuchas telefónicas. Esas restricciones se pusieron para proteger a los ciudadanos de gente como tu”, escribió Rhodes.

Luego Rhodes se dirige a los comentaristas de medios que alabaron el estilo moderado que exhibió Trump en su discurso del martes ante el Congreso preguntándoles si consideran “presidenciable” que el actual presidente llame “enfermo” a su precedesor, como hace Trump en uno de sus tuits del sábado.

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La cadena de noticias CNN cita a un “alto funcionario” del gobierno de Obama a quien no identifica pero que rechaza la versión de Trump como “falsa y equivocada”.

Durante una asamblea ciudadana en Clemson, Carolina del Sur, el senador Lindsey Graham dijo estar “muy preocupado” por los señalamientos del presidente y también por la posibilidad de que un monitoreo de ese tipo hubiera contado con aprobación de un tribunal.

El origen de la versión

No está claro qué motivó la diatriba de Trump contra Obama. Esta semana medios conservadores informaron sobre lo que un comentarista radial, Mark Levin, describió el jueves como el “golpe silente” contra el nuevo gobierno republicano que estaría operando la anterior Casa Blanca.

La teoría de Levin es que el gobierno de Obama habría usado la investigación sobre los supuestos vínculos de la campaña de Trump con el gobierno ruso como excusa para espiar y debilitar la candidatura republicana con “tácticas policiales”.

De ser ciertas las versiones de que hubo algún tipo de monitoreo de actividades en la Torre Trump, los expertos destacan que cualquier investigación del FBI debió contar con una autorización legal de una corte especial conocida como FISA (siglas inglesas de Corte de Vigilancia de Inteligencia Extranjera) cuyos procedimientos se manejan en secreto por razones de seguridad nacional.

Las agencias de inteligencia no pueden espiar a un ciudadano dentro del territorio estadounidense sin un permiso legal. Para obtener autorización de una FISA el gobierno debe demostrar que hay razones suficientes que ameritan la vigilancia especial, la cual se concede por un lapso específico de tiempo. Los críticos del sistema indican que esas cortes pocas veces rechazan solicitudes y que sus niveles de exigencia son muy bajos.

Las cortes FISA se hicieron mundialmente famosas en 2013 luego de que el exanalista de inteligencia estadounidense Edward Snowden filtrara a medios información que demostraba que agencias de inteligencia como el FBI o la NSA tenían en marcha masivos programas de monitoreo de teléfonos dentro de EEUU.

¿Maniobra distractiva?

Los tuits del presidente podrían ser una respuesta al clamor de los demócratas ante las revelaciones de que el secretario de Justicia Jeff Sessions ocultó al Senado los contactos que tuvo con el embajador ruso. Sessions, que en ese momento era senador, fue uno de los primeros en apoyar a Trump.

Trump lanzó las acusaciones sin ofrecer ningún dato que confirme su veracidad. A contravía, las agencias de inteligencia estadounidense aportaron información suficiente según la cual Rusia ayudó a Trump a ganar las elecciones, e intervino los correos electrónicos de la excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton y sus colaboradores cercanos.

También el mandatario usó la red social para defender al fiscal Sessión al señalar que la primera reunión que tuvo con el embajador ruso “fue convocada por la Administración Obama”.

“El mismo embajador ruso que conoció a Jeff Sessions visitó la Casa Blanca de Obama 22 veces, y solo 4 veces el año pasado”, señaló en otro tuit.

No está claro si el presidente intenta con esta información restarle importancia a las reuniones que miembros de su equipo de campaña tuvieron con el embajador Sergei Kislyak o si señala a Obama de “colusión” con el gobierno ruso. En todo caso, la visita de un embajador a la sede del gobienro ante el que está acreditado no es sorpresivo.

La tarde del viernes Trump, quien regresó a su estilo pendenciero en Twitter tras una pausa de 48 horas que siguió a su primer discurso ante el Congreso, presentó fotos de los líderes demócratas en el Congreso, el senador Charles Schumer y la representante Nancy Pelosi en reuniones con Vladimir Putin y el embajador ruso Sergey Kislyak, respectivamente y demandaba irónicamente abriles una investigación.

Pelosi respondió a Trump diciéndole vía Twittter que “no sabía distinguir entre reuniones públicas fotografiadas por la prensa y la reunión secreta sobre la que su FG (fiscal general, Jeff Sessions) mintió bajo juramento”.

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