Frontera Estados Unidos – México: cómo se vive en Tijuana, la ciudad donde empezó el muro y hasta el océano está dividido

Haitianos en el limbo

Con 1,7 millones de habitantes, Tijuana no sólo es un un lugar acostumbrado a recibir deportados, también es una ciudad donde se suelen acumular los deseos de quienes anhelan cruzar a Estados Unidos.

A apenas cinco kilómetros de la frontera, el Cañón del Alacrán es de esos sitios olvidados de Tijuana donde evangélicos de la Iglesia Embajadores de Jesús abrieron un templo que ahora sirve a la vez de refugio y de limbo. Un lugar donde las expectativas se chocan con la desesperanza.

Doscientos cincuenta haitianos rezan, comen, duermen y viven aquí desde hace meses. Son parte de un grupo de hasta 7.000 que desde julio pasado empezaron a llegar y a tener que quedarse varados en Tijuana.Haitianos en una iglesia en Tijuana

La música aturde mientras tres personas prueban los equipos antes de iniciar un servicio religioso, salta un fusible, el lugar queda a oscuras. La luz vuelve. Dos niñas corren y ríen ajenas a todo, sus madres están en colchones en el piso con la mirada perdida.

La única certeza de todos es que no saben si llegarán a Estados Unidos.

Christopher Faustine dejó su país luego del terremoto de 2010, trabajó pintando autos en Brasil durante años hasta que se quedó sin trabajo y decidió emigrar junto a su mujer y su hija de 2 años. Atravesaron las Américas para quedarse a las puertas del sueño.

Tiene 35 años, dos meses en México y habla en un español casi perfecto, en voz baja, como pidiendo permiso.

“Para mí la esperanza que nos queda es bien poquita. No sé si tal vez va a haber algún cambio con la nueva administración pero si no hay un cambio no vale la pena correr el riesgo de cruzar a Estados Unidos para ser deportado”.

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